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Mi amado del delirio

Suave mundo delirante de payasos,

Quiero ser malabarista coqueteando,

Me enternece tu cariño tan radiante,

Tú me tratas como niño enamorado,

Envuelve mi ser con tus locuras,

Tus gritos eufóricos de noctámbulo,

Pues viviendo aquí contigo me siento un loco,

Pero es lo que me gusta de este mundo alocado,

Increíble la posada con tus pájaros verdes,

Tus elefantes pequeños y rosados

La creencia de que en ti, en tu aposento,

Sucede toda la fiesta, todo lo deseado,

Tranquilidad de morir como un barbudo viejo,

Delirante vividor, escondido a lo cangrejo,

Geógrafo telepático, un escritor diplomático

Me sonrojan tus ojos de color divertido,

Tu contagiosa risa, tu lado galáctico,

Que nos encierre el carcelero,

Que se devore la llave, me deje tranquilo,

Pues no quiero boleto de vuelta,

Quiero quedarme bailando contigo,

¿Me ves? Estoy contento, libre de aburrimiento,

Pienso que han sido horas, miro mi hora,

Pero desconozco el tiempo, mi risa se lo devora,

Interminable sensación de bienestar

Al encontrarme aquí, en este mar,

Me invitas a ti, a tu mesa, pero me siento en tu silla

Embrujado por la luz de aquella lámpara, tonta oscuridad

Me pregunto ¿Cómo pude temerte?,

Si no posees la fuerza para matar,

Ese bicho que quería comerme las entrañas se esfumó,

No se quiso despedir, y se llevó mi dolor,

No me dijo adonde, pero seguro que lejos de aquí,

Pues no siento la tristeza, ni ese molesto temor,

Aburrirse no es deporte para mi, pero si la diversión

Contarte un cuento callado, con una rara canción,

Ya no pienso en esa boca, las palabras que decía,

Juego con mis oídos, escuchando la lejanía,

Y mi pelo juguetón, calmado y cínico,

Ha pasado un duro invierno, llorando como lampiño,

Clara me dice que no, que no rompa los huevos,

Pero yema me dice que si, que quiere jugar un juego,

Y así estoy aquí viviendo, en el mundo del delirio,

Rompo y rompo despacito cuando quiero ser un niño,

Duerme y duerme el pacifista controlando su cariño,

Muere y muere la bohemia, saqueadora de los sueños,

Que ahora sueño al soñarte, soñando un sueño despierto,

Adiós hermana de aquel juego de safaris,

Adiós cartero de las cartas que no llegan,

Me quedo aquí, en el mundo del delirio,

Con las nieves que vendrán en primavera.

Autor: Ramiro Irrazabal